5 días en Aquitania: Burdeos, Bayona y Biarritz
ÍNDICE
Road trip de 5 días por la región de Aquitania.
Esta pequeña escapada de 5 días en Aquitania surgió de improviso, ya que normalmente no solemos viajar en verano. Preferimos hacerlo en primavera u otoño dado que las temperaturas suelen ser mas suaves, hay menos masificación y los precios no se disparan tanto. Además, al vivir en la Costa Brava ya tenemos el paraíso en casa, por lo que somos más de visitar ciudades que playas.
Al tratarse de una escapada improvisada descartamos el avión puesto que los precios estaban por las nubes, y nos decantamos por hacer una ruta en coche a algún lugar cercano. Así que Francia era la candidata ideal y 5 días en Aquitania eran suficientes para conocer las principales ciudades que la componen: Bayona, Burdeos y Biarritz.
Pues bien, a continuación, te detallo la ruta que seguimos durante estos 5 días en Aquitania y al final de la publicación encontrarás un mapa con los puntos claves de esta ruta.
Día 1. Un día en Bayona.
A las 8 de la mañana pusimos rumbo a Bayona, destino al que llegamos a las 14h, aproximadamente. Nos instalamos en nuestro hotel, Ibis Bayonne center, cuya estancia está prevista para las dos próximas noches.
Salimos a explorar la ciudad en dirección al puente Saint-Esprit, mediante el cual cruzamos el río Adour y más adelante, el río Nive justo antes de su confluencia con el anterior.
En la zona de Grand Bayonne, vimos el Ayuntamiento de la ciudad ubicado en la Place de la liberté. Desde ahí, fuimos al Château Vieux y al jardín botánico donde dimos un bonito paseo para explorar todos sus rincones. La zona de la colección japonesa fue la que más nos llamó la atención.
El jardín botánico es gratuito y abre durante todo el año de martes a sábado de 9:30h a 12h y de 14h a 18h.
Más tarde, entramos en la Catedral de Bayona y su claustro, ambos imprescindibles si estás un día en Bayona.
Al salir de la visita, callejeamos por toda la zona encontrado a nuestro paso numerosas calles peatonales llenas de vida hasta llegar al mercado de la ciudad, ubicado junto al río Nive. Cruzamos el río para llegar a la zona de la petit Bayonne, donde se encuentran el Museo Vasco y de la historia de Bayona, el Museo Bonnat y el Château Neuf.
En los dos primeros no llegamos a entrar, simplemente dimos un paseo por la ribera del río Nive, desde donde se obtienen maravillosas vistas de la Grand Bayonne. Seguidamente pusimos rumbo hacia el nuevo castillo donde actualmente se encuentra el campus universitario de la Nive, por lo que tampoco pudimos entrar. Sin embargo pudimos contemplar unas bonitas vistas de la plaza Paul Bert y la Parroquia Notre-Dame de l’Assomption que se encuentra muy cerca de allí.
Es innegable que Bayonne forma parte del país vasco francés ya que sus construcciones poseen los característicos entramados de madera típicos de la zona que le dan ese toque tan especial.
En el barrio de le Saint Esprit se encuentra la estación de tren y l’Atelier du Chocolat, museo en una fábrica de chocolate. La entrada estándar cuesta 6€ con degustación incluida y la visita tiene una duración aproximada de una hora y media. Sin duda, merece la pena visitarlo ya que la historia de la ciudad está íntimamente ligada a la del chocolate.
Puesto que nuestro hotel se encuentra cerca, entramos en un restaurante de comida rápida para cenar e irnos a descansar.
Día 2. Hendaya y Biarritz
Nos levantamos y cogimos el coche de nuevo para continuar nuestra ruta de 5 días en Aquitania y, tras 40 minutos de trayecto llegamos a Hendaya. Este pueblo costero está situado justo en la frontera natural con España formada por el río Bidasoa.
Aparcamos en el casco antiguo, cerca de Gaztelu Zahar y comenzamos a caminar en dirección a la Estación de tren. A nuestra vuelta pasamos por la plaza de la República, lugar donde se encuentra ubicado el Ayuntamiento y nos adentramos en Gaztelu Zahar hasta llegar al Port de Caneta.
A continuación, encontramos a nuestro paso el Monumento a los Héroes de Hendaya caídos en la Gran Guerra y seguimos caminando en dirección a la playa.
Transcurrida una media hora apareció ante nosotros el Puerto Náutico de Hendaya frente a una bonita plaza, la Place du Port. En ella podrás encontrar numerosos cafés y restaurantes e incluso el Casino.
Al cruzar la plaza llegamos por fin a la playa de Hendaya, la cual discurre junto al Boulevard de la Mer, repleto de mansiones y palacetes dignos de admirar.
A mitad de camino se encuentra el Hegoa Café, un elegante edificio ubicado a pie de playa que anteriormente era el casino. Más adelante, en le banc des Berritsu se pueden ver las rocas gemelas, dos rocas muy parecidas que hay dentro del mar.
Después de dar un bonito paseo por la playa regresamos a por el coche para poner rumbo a Biarritz.
Algo que no nos dio tiempo de hacer en Hendaya fue subir al Castillo Abbadia, un precioso castillo que ofrece las mejores vistas de la bahía.
Tras media hora conduciendo llegamos a Biarritz, pero antes de visitar la ciudad hicimos una parada en el Faro. Desde el mirador donde está situado el faro, se obtienen unas vistas impresionantes de esta elegante ciudad costera.
Biarritz comenzó a ser visitada por la realeza europea durante los años del 1800 por lo que podréis imaginar que se trata de una ciudad señorial, llena de lujosos edificios que le otorgan una belleza incomparable. A nosotros nos maravilló su arquitectura y su ambiente. Es la auténtica joya de la corona de esta Ruta de 6 días por Aquitania.
Aparcamos bastante cerca de la oficina de turismo y lo primero que hicimos fue acercarnos al mercado de Biarritz “Les Halles” y la Iglesia San José que se encuentra justo enfrente.
Continuamos por la Av. Victor Hugo hasta llegar a la Place De Bellevue, la cual ofrece maravillosas vistas de toda la Grand Plage, abarrotada de bañistas.
De ahí subimos las escaleras que llevan al Casino Barrière y enfrente se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Dimos media vuelta y bajamos al paseo marítimo de nuevo, llamado Boulevard du Général de Gaulle.
Continuamos caminando junto a la playa hasta llegar a las escaleras que conducen a la Rocher du Basta. Se trata de un mirador desde donde se puede ver, entre otras cosas, el puerto de los pescadores, lugar al que nos dirigimos ahora.
A continuación, vamos a la Rocher de la Vierge. Es una formación rocosa situada dentro del mar en cuya cima se encuentra la estatua de la Virgen. Para llegar a ella es necesario cruzar la pasarela Eiffel, la cual parte de la Espl. Des Anciens Combattants. Además, en esta plaza se encuentra el Museo del mar o Acuario de Biarritz.
Ahora nos encontramos en el barrio de Port Vieux, el cual da nombre a una pequeña playa muy cerca de la Roca de la Virgen. Paseamos por este barrio tan auténtico y lleno de vida, donde destacan las calles Mazagran y Gambetta, hasta llegar a la Iglesia de Sainte-Eugénie.
De nuevo volvimos a pasear junto a la playa, pero esta vez lo hicimos en la Plage du Miramar. En primera línea de mar se pueden ver numerosos palacios y palacetes propios del S. XIX. Entre los más destacados el Hotel du Palais, cuya entrada se encuentra ubicada en la Av. De l’Imperatrice.
Tras recorrer la playa hasta el final retrocedimos hasta llegar a la Iglesia Ortodoxa de Biarritz, la Sinagoga y la Capilla Imperial. No pudimos entrar a ninguna de ellas ya que el horario de visita había finalizado. Así pues, aprovechamos para dejar la ciudad y poner rumbo hacia nuestro hotel en Bayonne, del cual nos separaban unos 15 minutos en coche.
Obviamente Biarritz es una ciudad que nos sorprendió muy gratamente y debido a sus dimensiones un día quizás se queda corto y más en verano cuando el ocio se multiplica. Nosotros estuvimos menos de un día y pudimos ver lo primordial, pero nos hubiera gustado profundizar un poco más en ella y desde luego, darnos un baño en esas maravillosas playas. Por lo que nos la apuntamos para volver en un futuro de manera más relajada.
Día 3. Burdeos
Nuevo día y nuevo destino. Hoy nos trasladamos a Burdeos, ciudad donde continua esta ruta de 6 días en Aquitania, durante dos días más. Nos separan 2h de trayecto, por lo que madrugamos para poder aprovechar el día al máximo.
Lo primero que hicemos al llegar es instalarnos en nuestro hotel, frente al cual tenemos aparcamiento de sobras. Se trata de otro Ibis. Aunque los Ibis son hoteles muy sencillos, son una apuesta segura si no buscáis grandes lujos.
Una vez acomodados nos pusimos en marcha para descubrir esta bonita ciudad.
Cruzamos el Pont de Pierre y lo primero que nos encontramos es la Porte Bourgogne, antigua Porte des Salinières. Esta fue la entrada oficial a la ciudad en la antigua carretera que conduce a París.
Continuamos hacia delante por Cours Victor Hugo hasta ver la Grosse Cloche, o lo que es lo mismo, la Gran Campana de Burdeos. Se trata de una de las dos puertas medievales más importantes que todavía se conservan en la ciudad.
En este momento decidimos explorar un poco al sur de Cours Victor Hugo, zona que considero la más decadente y repleta de inmigración de la ciudad, pero no por ello con menos encanto.
Lo que más nos llamó la atención de esta parte de la ciudad fue tanto la Basílica de San Miguel junto con su campanario, en cuya plaza había un mercado ambulante. Como la plaza de la Victoria, donde además del Teatro La Victoria se encuentra la puerta de Aquitania. Otra de las puertas que se colocaron en memoria de las antiguas murallas de la ciudad.
También podemos encontrar en esta plaza una escultura de dos tortugas de bronce y la columna de la viña y del vino, ya que como todos sabemos Burdeos es conocida por su buen vino.
Se acerca la hora de comer por lo que comenzamos la búsqueda de un lugar adecuado. En la rue Sainte-Catherine hay multitud de tiendas y restaurantes donde elegir.
Después de comer continuamos por la misma calle y llegamos a la Place de la Comedie, donde vimos, majestuoso, el Gran Teatro de la Ópera.
Más adelante fuimos a la Place des Quinconces, considerada una de las plazas más grandes de Europa. Sin lugar a dudas, no puedes perdértela. En ella se encuentra el monumento erigido en memoria de los girondinos que cayeron durante la Revolución Francesa.
Después de un buen rato observando cada detalle, tanto de la plaza como del monumento, continuamos nuestra ruta.
Nos dirigimos hacia el lugar más esperado por nuestra parte e, indudablemente, otro gran imprescindible de la ciudad y de esta ruta de 5 días en Aquitania, la Place de la Bourse.
Frente a ella se encuentra el espejo de agua, donde se ve reflejado el antiguo Palacio de la Bolsa. Este espejo no es más que una fuente que hace las veces de piscina para niños y no tan niños. De hecho, vimos a muchos de ellos en bañador refrescándose para combatir el sofocante calor.
Detrás de esta plaza encontramos la Place du Parlement y más adelante recorrimos al completo la rue de la Porte Dijeaux. Bonita calle peatonal repleta de comercios y rebosante de vida, que compone el principal eje comercial de la ciudad junto con la rue Sainte-Catherine.
Al final de esta calle encontramos la Porte Dijeaux y tras ella la Place Gambetta. Esta puerta era la entrada más al oeste de la ciudad fortificada en época Romana. Sin embargo, el monumento actual data del siglo XVIII.
A continuación, pusimos rumbo al Museo de Bellas Artes y a la plaza Pey Berland, donde están ubicados el Ayuntamiento y la Catedral de Burdeos. Otro de los imprescindibles si pasáis un día en Burdeos.
De nuevo en dirección al río Garona llegamos a Porte Cailhau y la Place du Palais. Esta puerta data del siglo XV, cuando era la puerta de entrada principal a la ciudad desde el puerto. Al mismo tiempo, daba acceso al Palacio de l’Ombriere, antigua residencia de los duques de Guyenne.
Por su parte, la Place du Palais, en la actualidad, alberga numerosos cafés con terrazas donde podemos tomar algo mientras descansamos.
Muy cerca de allí se encuentra la Iglesia Saint-Pierre, la cual da nombre al barrio en el que nos encontramos y es nuestra última parada del día de hoy.
Dado que es 14 de julio, el día Nacional de Francia, por la noche pudimos ver los monumentos iluminados con la bandera francesa y los habituales fuegos artificiales desde el otro lado del río.
Día 4. Último día en Burdeos
Esta mañana decidimos madrugar para hacernos fotos en el espejo de agua de la place de la Bourse sin gente, aprovechando que los bordeleses y turistas estarían de resaca por la festividad de la noche anterior.
De ahí pusimos rumbo hacia le Jardin Public. Extensos jardines, realmente bonitos, donde estuvimos un buen rato paseando ya que habíamos visto gran parte de la ciudad por lo que no teníamos ninguna prisa.
Al salir de los jardines fuimos a ver le Palais Gallien, últimos vestigios romanos de la ciudad. Se mandaron destruir todos a excepción de este anfiteatro, del cual quedan únicamente una puerta y varias arcadas.
Seguidamente nos dirigimos a la Place Tourny. Desde esta plaza hasta la Place de la Comedie, discurren les Allées de Tourny. Esta avenida junto con le Cours Georges Clemenceau y le Cours de l’Intendance, conforman el Triángulo Dorado. Dentro de éste podemos encontrar la Iglesia de Notre Dame y la Place des Grands Hommes, como monumentos más destacados.
Comenzó a entrarnos hambre por lo que decidimos comer en el Restaurante La Tagliatella ubicado en un centro comercial de la Calle Santa Catalina.
Al salir del restaurante seguimos rehaciendo nuestro recorrido de ayer y volviendo a los monumentos que más nos gustaron. Llegamos hasta le Marché des Capucins, muy cerca de la puerta de Aquitania, y un poco más adelante encontramos la Iglesia de Sainte-Croix.
Sobre las 15:30h el calor comienza a ser insoportable por lo que decidimos irnos al hotel a refrescarnos un poco y salir más tarde a dar un paseo nocturno.
Para los amantes del vino, si preferís aprovechar el día, podéis acercaros al Museo del Vino.
A las 20h salimos del hotel de nuevo para dar nuestro paseo nocturno. Los lugares por los que fuimos son: la Iglesia de San Miguel, la plaza de la bolsa, la place de la Comedie y el parque de Quinconces.
Finalizamos el día con una bonita cena y el broche final lo pusimos paseando por la ribera del río viendo la ciudad iluminada al otro lado.
Para concluir, Burdeos es una ciudad con mucha historia y multitud de atractivos turísticos. Sin embargo, tiene un tamaño adecuado para poder hacerla caminando. De hecho, es la mejor manera de descubrirla y dejarte sorprender por sus encantos.
Nosotros estuvimos dos días, pero realmente puedes ver lo más imprescindible en uno solo, y más si vas en verano puesto que los días son más largos y cunden más.
Día 5. De vuelta a casa parando en Toulouse y Carcassonne
Amanece el último de estos 5 días en Aquitania, por lo que tenemos que dejar el hotel y poner rumbo a casa, pero todavía no han terminado nuestras visitas. De camino a casa haremos dos paradas más, Toulouse y Carcassone.
De Burdeos a Toulouse teníamos dos horas y media de trayecto. Al llegar aparcamos muy cerca del mercado y comenzamos a explorar la ciudad.
En primer lugar, nos dirigimos al punto más alejado que es la Basílica Saint-Sernin, la cual alberga en su interior una espina que, se supone, perteneció a la corona de Jesús.
A continuación, pasamos por delante de Notre Dame du Taur mientras nos dirigíamos a la Place du Capitole. Allí encontramos el Ayuntamiento, el Teatro du Capitol y tras ellos la Place Charles-de-Gaulle. Esta última estaba repleta de gente ya que es el eje central que distribuye las principales calles comerciales junto con la Place du Capitole.
Un poco más adelante pasamos por el Jardín Pierre Goudouli ubicado en la plaza del presidente Thomas Wilson.
Tras callejear un poco, llegamos a la Catedral de Saint-Etienne. Nos sorprendió mucho tanto el interior de la misma como su exterior. No solo por la Catedral en sí, sino por la plaza en la que está ubicada y los bonitos edificios que la rodean. Lo que dota a este lugar de un encanto mayúsculo.
Seguimos caminando hasta encontrarnos con el Museo de los Agustinos, donde a pesar de la belleza, tanto del edificio como de la avenida en la que se encuentra ubicado, no entramos por falta de tiempo.
Tras este rato que pasamos en la ciudad entendimos perfectamente porque la llaman la ciudad rosa y es que la mayoría de sus edificios son de ladrillo rosado, manteniendo así un estilo bastante uniforme.
De ahí pusimos rumbo hacia el Pont Neuf, el cual cruza el río Garona. Nosotros decidimos no cruzarlo, a pesar de que habían cosas interesantes en la otra orilla, pero solo disponíamos de unas horas para visitar la ciudad y preferimos concentrarnos en el centro de la misma.
Bordeamos la ribera este del río, encontrando a nuestro paso varios edificios importantes como: el Instituto Superior de Arte de Toulouse, la Escuela de Bellas Artes, la Basílica de Notre Dame la Daurade y finalmente el mirador la Daurade. En este mirador encontramos una multitud de pintores y artesanos al más puro estilo del río Sena en París.
Muy cerca de allí está el Convento de los Jacobinos, en el cual entramos para realizar la visita y ver el cláustro.
Dado que ya llega la hora de comer ponemos rumbo al Bistró Regent en el Boulevard Strasbourg, muy cerca de donde tenemos aparcado el coche. Nos pedimos un entrecote de ternera para cada uno, que estaba muy jugoso. Al acabar de comer retomamos nuestro camino de vuelta a casa, tras estos intensos 5 días en Aquitania.
De pronto apareció ante nuestros ojos la fortaleza de Carcassonne, a lo lejos, miramos la hora y vimos que todavía era temprano. Además, el GPS nos avisaba de que había caravana, por lo que decidimos complear esta ruta de 5 días en Aquitania visitando la fortaleza, en lugar de estar esperando en la carretera sin más.
Nada más entrar en el pueblo de Carcassonne ya nos encantó y nos dio pena no poder pasearlo, pero bueno lo importante era explorar la ciudad medieval.
Dejamos el coche en el parking gratuito que hay junto al puente viejo, desde donde se obtiene una panorámica de la ciudadela incomparable.
Tenéis otro parking más cerca, justo a la entrada de la ciudadela pero es de pago.
Al llegar a la ciudadela entramos por la Porte Narbonnaise y lo primero que hicimos fue bordear toda la Cité donde se encuentran las murallas. Por el camino vimos pasar actores ataviados con ropajes propios de la época, montados a caballo. Todo está muy bien ambientado e incluso hacen representaciones de la vida cotidiana en la Edad Media.
Lo siguiente que vimos fue el Teatro y la Basílica Saint-Nazaire, en la cual se puede entrar para ver su interior por lo que así lo hicimos.
Muy cerca de la Basílica se encuentra el Museo de la Escuela, en el que no pudimos entrar por falta de tiempo como ya sabéis.
A continuación, callejeamos un rato dado que es lo más bonito de esta visita, el ver las calles super animadas, llenas de turistas, con multitud de tiendas, tanto de souvenirs como de comidas locales, restaurantes, cafés, etc., todo ello ambientado en el medievo. Es un auténtico viaje en el tiempo.
De pronto nos topamos con el Château Comtal, que por falta de tiempo no pudimos visitar aunque me hubiese encantado hacerlo, ya que soy una amante de los castillos medievales. Así que continuamos callejeando hasta llegar al Museo de la Inquisición, otro lugar bastante interesante y que nos quedó en el tintero, pero sin duda volveremos para profundizar más.
Una vez salimos de la ciudadela y de vuelta al coche subimos al Pont Vieux, desde donde se obtienen las mejores vistas de Carcassonne, siendo esta imagen de las murallas y sus torres la más fotografiada.
En resumen: estuvimos una hora, más o menos, en la que pudimos verlo casi todo sin detenernos demasiado y evitando las visitas. Aunque me quede con las ganas de entrar al Museo de la inquisición y al Château Comtal.
De todos modos, calculo que con medio día sería suficiente para hacer varias visitas y pasear por todas las calles de la Cité.
Ahora sí, llega la hora de marcharnos a casa ya que el GPS nos informa de que la caravana se ha disipado, por lo que aquí llegan a su fin estas mini vacaciones de 5 días en Aquitania a las que finalmente añadimos las regiones de Occitania y Languedoc con nuestras visitas a Toulouse y Carcassonne respectivamente.
Espero os sirva de ayuda esta pequeña guía y si tenéis cualquier duda podéis poneros en contacto conmigo y trataré de resolverlas. No olvides dejar tu like si te ha resultado útil esta información y compartirla con aquellos a quienes les pueda interesar.
Por último, os dejo el mapa de esta ruta de 5 días en Aquitania con los lugares más destacados que visitamos.
¡Hasta el próximo destino!
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