imprescindibles de Cracovia

Imprescindibles de Cracovia



Historia, curiosidades y visitas imprescindibles de Cracovia

El encanto de Cracovia cautivó de tal manera a los alemanes a su llegada que estos decidieron no bombardearla durante la guerra con la intención de que a su fin se convirtiese en una ciudad alemana. Esto la salvó y gracias a salir de ese periodo casi intacta, hoy en día es una de las ciudades más bellas de Europa. ¿Te vienes a descubrir los imprescindibles de Cracovia? 

Antes de comenzar nuestro recorrido, debemos ponernos en contexto y repasar brevemente la historia del país ya que Cracovia fue durante muchos años la capital de Polonia y esta no se entiende sin ella. ¡Vamos allá! 


Historia de Polonia

Polonia aparece como nación durante el siglo X, bajo el liderazgo de Miecislao I. Este la convirtió al cristianismo y gobernó sobre la tribu de los Polanos, al principio, de los cuales toma su nombre el país.  

En el siglo XIV se formó la Mancomunidad polaco-lituana llegando a convertirse en uno de los imperios más importantes de Europa durante los siguientes 3 siglos. Más tarde, en el año 1569, se le otorgó más poder al parlamento que al monarca dando lugar a la República de las dos Naciones.

Durante la segunda mitad del siglo XVII, tras haber perdido algunos territorios, la mancomunidad se alió con el Sacro imperio romano-germánico para derrotar al imperio otomano. Acabando así con los más de 250 años de amenaza para el cristianismo.  

Finalmente, en 1795 Polonia desaparece del mapa cuando Rusia, Prusia y Austria se reparten todos sus territorios. Napoleón, tras derrotar a Prusia, restableció el estado polaco, creando el Ducado de Varsovia en 1807, pero este no fue muy duradero. Cuando el francés fue derrotado en 1813, el territorio se repartió de nuevo entre los ganadores. Dos años después apareció la Ciudad Libre de Cracovia, un estado garantizado por los tres países vecinos, que acabó anexionándose Austria 31 años después. Así que no fue hasta el año 1918, ya finalizada la I Guerra Mundial, cuando Polonia logra recuperar su independencia.


Sin embargo, en septiembre de 1939, la Alemania Nazi invade Polonia. A los pocos días lo hacen los soviéticos y ambos se reparten de nuevo el territorio. Tras la derrota de Alemania, el ejército rojo les obliga a retirarse y ya en la postguerra, se crea la República Popular de Polonia. Un estado satélite de la Unión Soviética. 

A finales de la década de los 80 el movimiento Solidaridad, apoyado por otras potencias occidentales logra poner en jaque al régimen comunista y se aprueba un nuevo gobierno, no comunista, que da lugar a la actual República de Polonia. 

La mejor manera de conocer el destino es mediante un free tour. Estos te proporcionan una experiencia realmente enriquecedora en la que descubres historia, curiosidades y consejos útiles que son de gran ayuda en tu viaje y el mejor lugar para reservarlos es Civitatis.


Visitas imprescindibles de Cracovia


Orígenes de Cracovia

Existen pruebas arqueológicas que sugieren que se estableció un asentamiento en la Edad de Piedra en la colina de Wawel. Cuenta la leyenda que su fundador fue Krakus, el jefe de la tribu eslava de los Vistulanos, de quien adquiere su nombre la ciudad.  

Este primer asentamiento se construyó sobre una cueva ocupada por un Dragón. Muchos caballeros intentaron desalojar al dragón luchando contra él, sin éxito alguno, hasta que un ingenioso zapatero dio con la solución, le dejó como cebo una figura con apariencia de oveja rellena de azufre; el dragón se la comió, bebió el agua del río Vístula y estalló. Como compensación el rey lo casó con su hija. En la actualidad todavía se pueden ver los cimientos de este asentamiento en el recinto del castillo de Wawel. 

Así como también se puede visitar la cueva del dragón, cosa que no merece mucho la pena ya que es de pago y solo es una cueva oscura en la que no hay nada especial. Lo que sí es muy típico es esperar frente a la escultura del dragón que hay a la salida de la cueva, para verlo lanzando fuego

Castillo de Wawel

En el siglo X, bajo el reinado de Casimiro el Restaurador, Cracovia se integró dentro del Reino de Polonia y pasó a ser su capital desde el año 1038 hasta el 1596 cuando, tras un incendio en el Castillo Real de Wawel, el rey Segismundo III decidió trasladar la capitalidad a Varsovia. Aunque se cree que éste fue provocado y el verdadero motivo era la necesidad de ubicar la capital en un lugar central entre las capitales de la Mancomunidad Polaco-lituana y por su cercanía al puerto de Gdansk, que siempre estaba bajo amenaza sueca. 

Catedral de Wawel

En el siglo XI, se comenzó a construir la Catedral de Wawel y tuvo que se reconstruida en varias ocasiones. La actual data del siglo XIV y predomina el estilo gótico en su nave central. Alrededor de ella se fueron construyendo capillas en diferentes estilos a lo largo de varios siglos.  

Este fue el lugar de coronación y sepultura de los monarcas polacos incluso después de trasladar la capital a Varsovia. 

No te puedes perder la capilla de Segismundo, la obra renacentista más destacada de Polonia, y la torre y campana que llevan también el nombre de su fundador. Esta famosa campana, con sus 11 toneladas fue la más grande de Polonia hasta el año 2000. 

Frente a la catedral hay una escultura del Papa Juan Pablo II quien antes de ostentar este cargo fue arzobispo de Cracovia. 

Otro detalle que vemos mientras nos adentramos en el recinto del castillo son las placas con los nombres de aquellos donantes que contribuyeron a la restauración de la muralla que lo protege. 

Además, cuando los nazis invadieron Polonia, la ciudad se convirtió en capital del Gobierno General de los Territorios Polacos Ocupados. Y su gobernador, Hans Frank, estableció su residencia oficial en el Castillo Real de Wawel. 


Parque Planty

Ahora bien, En la colina de Wawel comienza y termina el parque Planty que rodea toda la ciudad vieja. Este era el lugar que ocupaban las murallas de la ciudad hasta que se decidió demolerlas para que ésta pudiera crecer. Hoy en día es un lugar para dar un bonito paseo rodeado de naturaleza y paz. 


Barbacana

Si vamos rodeando el parque, justo a mitad de camino, nos encontramos de frente con la Barbacana. Ésta estructura defensiva de final de la Edad Media estaba conectada a las antiguas murallas mediante un pasadizo cubierto que conducía a la Puerta de San Florián. De hecho, en la actualidad, se puede ver en el suelo una hilera de adoquines que marcan el lugar donde se encontraba este pasadizo. El que en sus inicios fue un puente levadizo ya que estaba rodeada por un gran foso. 

Esta puerta servía de punto de control para todo el que entraba a la ciudad. Además, es una de las 3 que todavía quedan en Europa y la mejor conservada.  


Ruta Real

Además, forma parte de la conocida como ruta real que realizaban los reyes cuando eran coronados o el día de su entierro. La procesión comenzaba en la plaza de Matejko, delante de la Iglesia de San Florián. A continuación, el monarca, acompañado por sus súbditos, pasaba por la Barbacana y entraba en la ciudad por la Puerta de San Florián. Punto oficial de inicio de esta ruta, que adopta su nombre por el Santo que adorna su fachada interior, el Patrón de Polonia. Después seguía por la calle Florianska, hoy en un día una animada calle comercial; se adentraba en la Plaza del Mercado y las calles Grodzka y Kanonicza para llegar a la catedral y el castillo real en la Colina de Wawel. 


Teatro Juliusz Słowacki

Ya dentro de las murallas y muy cerca de la Barbacana, se encuentra el Teatro Juliusz Słowacki. Fue erigido en 1893 sobre las ruinas del convento e iglesia del espíritu Santo en estilo ecléctico. Se tomó como referencia el de la Opera Garnier en Paris o la Ópera de Viena. Fue el primer espacio en el que se instaló alumbrado eléctrico de Cracovia. Además, de ser el primer lugar de Polonia donde se presentó el cinematógrafo de los hermanos Lumière.  


Plaza del Mercado

Ahora trasladémonos al lugar más imponente del centro histórico de Cracovia, su plaza del mercado. La plaza medieval más grande de Europa con sus 40.000 metros cuadrados

Cracovia ya en el siglo X era un importante centro de comercio, y esta plaza es un gran reflejo de ello.


Basílica de Santa María  

Uno de los mayores emblemas de la ciudad y por consiguiente una de las visitas imprescindibles de Cracovia es La Basílica de Santa María. 

Leyenda del Hejnal

Desde su torre más alta, cada hora en punto, sigue entonando el trompetista el Hejnal, una canción muy breve, que oirás en cuatro ocasiones, coincidiendo con los 4 puntos cardinales en los que la hace sonar para avisar a toda la ciudad. 

Esto se hace en honor al valiente vigía que, desde su puesto en la torre, vio a un ejército acercarse para invadir Cracovia. Para alertar a todos, tocó la trompeta, pero uno de los arqueros del ejército que se aproximaba le disparó una flecha y le dio en el cuello, causando su muerte al instante. Por eso la canción termina de forma repentina. 

Si al acabar la melodía saludas al trompetista y este devuelve tu saludo antes de cerrar la ventana, volverás a Cracovia.


Leyenda de las dos torres desiguales

Otra leyenda que acompaña a esta Basílica está relacionada con sus dos torres desiguales. 

Se cuenta que la burguesía de Cracovia encargó a un par de hermanos levantar una iglesia, con dos torres gemelas, de la que poder presumir en toda Europa. Los hermanos trabajaron por separado compitiendo por ver quien era capaz de hacer la torre más alta y más bonita en menos tiempo. 

El hermano mayor se encargaba de la torre sur y el pequeño de la torre norte, la primera empezó a crecer con más gracia y a mejor ritmo que la segunda, cosa que el benjamín no logró asimilar. Su frustración era tal que una noche invitó a su hermano a dar un paseo por la rivera del Vístula, donde lo mató a cuchilladas y tiró su cuerpo al río.  

Así el joven consiguió superar la obra de su hermano y ganarse la admiración de toda la ciudad. Sin embargo, no logró disfrutar de su éxito por el sentimiento de culpa que le acompañaba. Así que un día decidió confesar ante su grandiosa obra, llamada centinela o Hejnalica, para darse muerte con el mismo cuchillo con el que le quitó la vida a su hermano. 

Hoy este cuchillo cuelga en una de las entradas a la lonja de los paños en la misma plaza. 

Pero, la verdadera razón de que una de las torres sea más alta es para cumplir bien su función de centinela. Tal y como indica su nombre. De lo contrario la otra torre hubiese obstruido la visibilidad de esta. 

Hoy en día se puede subir a esta torre y desde allí se obtienen maravillosas vistas. Pero no olvides reservar con suficiente antelación porque las entradas se agotan enseguida. 


Lonja de los Paños

Otro lugar que destaca por encima del resto en la plaza es su lonja de los paños. Inaugurada en el siglo XIII como uno de los primeros centros comerciales de la historia. En sus inicios estaba compuesto por tenderetes y más tarde se transformó en el gran edificio que vemos hoy. En el que encontrarás una gran variedad de artesanías, productos tradicionales de la zona y souvenirs para turistas. 


Torre del Reloj

También veremos la torre del reloj, la única parte que se conserva del antiguo Ayuntamiento de Cracovia. Cuando la ciudad comenzó a perder poder el ayuntamiento comenzó a deteriorarse, en 1820 se trató de reconstruir, pero el trabajo se realizó tan mal que finalmente se tuvo que demoler. 


Eros Bendato (La Cabeza)

Junto a esta torre podemos ver en la actualidad una escultura de bronce, obra del artista Igor Mitoraj, llamada Eros Bendato. En ella se representa la cabeza de Eros, dios del amor y el deseo, con vendajes y sin ojos, por lo que se dice que hace alusión al amor ciego, a perder la cabeza por amor y a las heridas que va dejando el paso del tiempo. También se dice que son sus visitantes los que le otorgan la visión, cuando se asoman a las cuencas vacías de sus ojos para hacerse la típica foto. Entre los cracovianos se la conoce como “La Cabeza” y es un punto de encuentro muy habitual. 


Collegium Maius

Y ya que hablamos de cultura trasladémonos al Collegium Maius, el edificio universitario más antiguo de Polonia que data del año 1400. 

Pero retrocedamos en el tiempo. En el siglo XIV el Papa Urbano V concedió permiso a Casimiro III el Grande para establecer una sede de enseñanza superior en Cracovia, con la condición de que no se impartiesen clases de teología en ella. En 1364 el monarca fundó la universidad con el nombre de Academia de Cracovia. Tras la muerte de Casimiro III la academia decayó, pero en el siglo XV vivió su época de mayor esplendor gracias al apoyo de la reina Eduviges I, quien obtuvo el permiso del papa para crear la facultad de teología. Además, en su testamento legó a la universidad todos los fondos necesarios para su renovación y su marido el rey Vladislao II Jagellón cumplió la última voluntad de su esposa reiniciando las clases en un primer edificio el año 1400 y ya en el siglo XV se creó el Collegium Maius de la unión de este con las casas colindantes.  

La universidad Jagellónica es la escuela superior más antigua de Polonia y la segunda más antigua de Europa central, por detrás de la universidad de Praga. En ella estudiaron personalidades de la talla de Nicolás Copérnico, el Papa Juan Pablo II y también lo hizo la primera estudiante femenina, 500 años antes de que estuviese permitido haciéndose pasar por chico. Qué ironía que una universidad que sobrevivió gracias a una mujer no permitiese el acceso a estas ¿no? 

Hoy en día en su patio central se puede ver el antiguo reloj, en el que cada dos horas tiene lugar un peculiar desfile de tallas de madera acompañado por unas notas musicales


Kazimierz – Barrio judío

Vayamos ahora al barrio judío, para ello cruzaremos la calle Józefa Dietla, que antiguamente fue un afluente del río Vístula y la frontera divisoria entre Cracovia y la ciudad independiente de Kazimierz. 

El rey Casimiro III la fundó, dándole su propio nombre, en 1335, y para que esta creciera más rápido, a pesar de ser un rey muy católico, aprovechó la persecución que sufrían los judíos por toda Europa y les ofreció a éstos cobijo y una vida en paz dentro de esta ciudad. En la que se les respetaría sus costumbres y su religión.  

La convivencia entre judíos y cristianos fue buena hasta la muerte de Casimiro III, cuando los primeros ya no contaban con el respaldo de su monarca, los católicos comenzaron a enfrentarse a ellos con el fin de echarles de la ciudad, hasta que subió al trono Juan Alberto I en 1492, quien por decreto obligó a todos los judíos a trasladarse al este de la ciudad y dividió Kazimierz en dos partes, la judía y la católica, construyendo un muro que cercaría a los judíos, aunque éstos podían moverse libremente hacia el exterior. Este muro discurría por la actual calle Jozefa, así que no te la puedes perder.  

En ese momento comienza a desarrollarse una verdadera comunidad judía y se construye la primera sinagoga de toda Polonia, la stara sinagoga o sinagoga vieja, la cual en la actualidad no tiene actividad, sino que alberga un museo. Frente a ella encontramos un monumento en conmemoración a los 30 polacos católicos que intentaron ayudar a los judíos y fueron ejecutados por ello en 1945. 


Calle Szeroka

En este mismo punto en la calle Szeroka se encuentra la plaza central del Kazimierz judío, aquí vivían las familias más adineradas, entre ellas la familia Rubinstein, pionera de la alta cosmética. Por otra parte, esta plaza concentraba 4 sinagogas, aunque en la actualidad solo quedan 3. 


Sinagoga Remuh

La más pequeña de todas y la única activa a día de hoy, es la Sinagoga Remuh. Su interior alberga un pequeño cementerio digno de visitar. Y frente a ella vemos un monumento a los judíos asesinados durante la II Guerra Mundial, repleto de piedras en señal de respeto. 

Antes de la II Guerra Mundial, en Polonia había 3,5 millones de judíos, un 40% de la población total de judíos en Europa, por lo que la población judía de Kazimierz suponía el epicentro hebreo más grande de Polonia. En Kazimierz llegaron a vivir 70.000 judíos con unas 20 sinagogas en actividad. De los cuales quedan hoy en día algo menos de 400 judíos registrados y una sola sinagoga en actividad. 

Durante los 45 años de comunismo vivir en Kazimierz no era de lo más aconsejable por el abandono que sufrió, pero con la caída de éste en el año 1990, comienza de nuevo su desarrollo, sumado a la llegada de Steven Spielberg en el 92 para rodar algunas escenas de la película la Lista de Schindler que acabó dándole el impulso necesario para convertirse en el animado barrio que es hoy en día. 

Uno de los escenarios es este pasaje en el que se representa la liquidación del gueto, aunque en realidad no ocurrió aquí sino en el gueto de Podgorze, pero Spielberg no quiso rodar ninguna escena allí por la carga emocional que suponía para las víctimas. 


Plaza Nowy

La Plaza Nowy o plaza nueva es, a día de hoy, el corazón del barrio. Antaño albergaba un mercado de aves en el cual hoy vemos pequeños puestos de comida, en el que la estrella es el Zapiekanki, un producto típico y a muy buen precio. 


Parte católica de Kazimierz

En cuanto a la parte católica del barrio de Kazimierz, destaca la que fuese su iglesia principal, la Basílica del Corpus Christi, fundada también por Casimiro III. En este punto también se encontraba la plaza del mercado, hoy un parking de coches y el antiguo Ayuntamiento, que hoy alberga el Museo de Historia de Kazimierz. 


Podgórze – Antiguo Gueto judío

Ahora cruzamos el río Vístula a través del llamado puente del amor, por sus famosos candados y nos adentramos en el gueto de Podgórze. 

Tras el comienzo de la II Guerra Mundial una de las primeras órdenes que dió el gobernador Hans Frank fue realizar una “limpieza de la ciudad judía de Kazimierz” Les sacaron de su barrio y les despojaron de todas sus pertenencias, trasladándoles al gueto de Podgorze. Donde construyeron un muro que rodeaba unas 30 manzanas en las que vivían unos 3000 católicos. Estas personas fueron enviadas a Kazimierz a ocupar las casas que los 15000 judíos que ahora habitarían el gueto habían dejado vacías. La masificación hizo que en una habitación de 10 m2 tuvieran que convivir 3 y 4 familias y algunos ni siquiera tenían ese privilegio. 

La ración asignada para vivir era de 125gr de comida al día que con el tiempo se redujo a 25gr, con el objetivo de que no quedase nadie vivo. 


Plaza de los héroes del gueto

Una vez llegaban al gueto su primera parada era la plaza de la selección, actual plaza de los héroes del gueto, en la que vemos el monumento en recuerdo a los judíos asesinados durante el holocausto, impulsado por Roman Polanski, quien logró escapar del gueto siendo un niño y ahora es un reconocido director de cine. 

Este monumento consiste en un conjunto de sillas de distintos tamaños orientadas en las diferentes direcciones a las que podían ser enviados los judíos al llegar aquí, que eran 4. Si eran aptos para el trabajo les enviaban al campo de concentración de Plaszow, o bien a la fábrica de Oskar Schindler, si no era así, iban al campo de concentración de Auschwitz, de donde no salía nadie con vida y si no servían absolutamente para nada, iban directos a un callejón sin salida, donde morían fusilados al instante.
 

Se escogieron sillas en representación del despojo material al que se vieron sometidos y por la larga espera que las víctimas soportaron antes de llegar a su destino final. 


Farmacia del águila

En una esquina de esta misma plaza se encuentra también la Farmacia del águila, que era el único lugar ocupado por un no judío dentro del gueto, así que sirvió como punto de contacto con el exterior y además de salvar muchas vidas, aquí se organizó la resistencia del gueto. En la actualidad es un museo y se puede visitar. 


Fábrica de Oskar Schindler

También muy cerca de aquí se encuentra la, ya mencionada, Fábrica de Oskar Schindler, un empresario checo que en un primer momento quiso aprovecharse de la mano de obra barata para enriquecerse y al final acabó arruinado por salvar a unos 1200 judíos ofreciéndoles trabajo en su fábrica para evitar su deportación. Puedes hacer una visita guiada por la fábrica para conocer mejor su historia


Fragmento del muro

Además, si queréis ver el único fragmento de muro que queda hoy en pie, tenéis que dirigiros a la esquina en la que confluyen las calles Bolesława Limanowskiego y Lwowska y lo encontraréis. Se ve claramente como se asemeja a una sucesión de lápidas, lo que anunciaba cuál sería su final y contribuía a destruirlos también psicológicamente. 


Baloon Widokowy 

Y antes de poner fin a este recorrido por la historia y lugares imprescindibles de Cracovia, hagámoslo con una actividad que podemos realizar en la actualidad que nos dará una visión aérea de esta vibrante e intensa ciudad que hemos ido descubriendo. No es barato, pero sí curioso, consiste en un globo que solo se desplaza de arriba abajo y desde el que se ve toda la ciudad y los barrios que la componen, sobre todo es recomendable hacerlo en días despejados.  


Auschwitz

Así mismo, recordad que muy cerca de la ciudad se encuentra, la que podría calificarse como «la visita» por ser una de las más imprescindibles de Cracovia, el campo de concentración de Auschwitz, al que deberás dedicarle una mañana al completo, casi 3h de trayectos de ida y vuelta y otras 3h de visita guiada. Se puede entrar de manera gratuita, sin guía, pero, aunque es una visita muy dura, lo mejor es hacerlo con guía para comprender todo lo que allí sucedió. Una manera de hacerlo, sin complicaciones, es reservando la excursión aquí.


Minas de Sal de Wieliczka

También podéis visitar las cercanas Minas de sal de Wieliczka, una obra maestra bajo tierra que bien merece dedicar una tarde, por ejemplo.
 


Se puede llegar por tu propia cuenta pero, para mayor comodidad, existen excursiones organizadas desde Cracovia. Aquí encontrarás la mejor excursión a las Minas y, si no tienes mucho tiempo, puede reservar una excursión combinada a Auschwitz y las minas en un mismo día.

Y ahora sí, nos despedimos, espero que, a pesar de la dureza de algunas partes, hayáis aprendido y haya despertado vuestras ganas de conocer todo esto en persona. Aquí tenéis algunas claves que os ayudarán a organizar vuestro viaje y las visitas imprescindibles que lo llenarán. Gracias por acompañarme hasta el final. Si te ha gustado no olvides dejarme tu like y compartirlo.

Yo te espero en el próximo destino.    


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