Lo mejor de la Costa Brava – El paraíso catalán
ÍNDICE
Guía para encontrar las mejores localizaciones de la Costa Brava
Solo hace falta conocerme un poco para saber que soy una enamorada de Girona y de su Costa Brava. Por ese motivo y porque se nos ha echado encima el verano, sin apenas darnos cuenta, he considerado hacer un recopilatorio de los diferentes pueblos que se suceden por esta maravillosa costa con el fin de animarte a disfrutar de ella. Te aseguro que te enamorará tanto como a mí.
La costa brava comienza en la frontera con Francia y finaliza en Blanes, por lo que comprende dos comarcas, Alt Empordà y Baix Empordà. Hay una clara diferencia entre ambas comarcas en cuanto a playas se refiere. La gran mayoría de playas en el Alt Empordà son extensas y abiertas, mientras que en el Baix Empordà suelen ser más recogidas y abundan las calas rocosas.
Desde mi punto de vista el Baix Empordà es mucho más encantador que el Alt Empordà. Bien es cierto que son muy diferentes y que para gustos están los colores, pero las características del primero son inigualables en cuanto a paisajes, playas, calas, el color del mar, la belleza de sus pueblos, el ambiente, etc. Quizá también se deba a que vivo en esta zona y la conozco mejor, o quizá opines igual que yo.
De todos modos, enseguida, te detallo las características de los pueblos más destacados siguiendo el orden en que se encuentran situados de norte a sur. Pero antes, te dejo un poco de información en cuanto a los transportes y comunicaciones de la Costa Brava.
¿Cómo llegar?
Avión
La Costa Brava tiene dos aeropuertos cercanos, el de Girona, que antes iba muy bien porque es pequeño y cómodo. Sin embargo con el paso del tiempo ha ido dejando de lado los destinos españoles y se ha enfocado más a destinos europeos. Y el aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona, situado a unos 130 km del corazón de la costa brava.
Encuentra toda la información de ambos aeropuertos en aeropuerto de Girona y aeropuerto de Barcelona
Una vez en Barcelona dispones de los siguientes servicios:
- Bus. Te llevará directo a la costa brava tanto desde el mismo aeropuerto como desde la estación del Norte, situada junto al arco del triunfo. Las compañías Sarfa y Sagalés operan desde el aeropuerto cubriendo diferentes destinos.
- Tren. Desde el aeropuerto puedes coger un tren que te llevará a la Estación de Sants. Allí tienes la opción de tomar un AVE para llegar a Girona o a Figueres, donde dispones de varias compañías de alquiler de vehículos y, también, autobuses que te llevarán a cualquier parte de la costa brava. También el tren es una opción muy válida si eres de Madrid o Zaragoza.
- Coche de alquiler. Esta es la mejor opción si lo que quieres es hacer ruta y conocer diferentes pueblos, ya que las comunicaciones en la costa brava son un poco precarias. Es cierto que en verano refuerzan los servicios de bus, pero, dadas las aglomeraciones, los atascos son muy habituales y se produce incómodos retrasos. Así que si quieres libertad y autonomía te aconsejo alquilar un coche.
- Taxi. Una opción si te ves muy apurado o vas sobrado de pasta, pero ten en cuenta que tendrás que pagar por adelantado. Yo lo hice una vez desde el centro de Barcelona a Palamós, me costó unos 240€ y de esto hace ya unos 12 años. No quiero pensar cuanto costará ahora.
Alt Empordà
Portbou
Es el pueblo español más septentrional del mar Mediterráneo. El casco histórico de Portbou se encuentra rodeado por un litoral de acantilados y laderas pronunciadas, que alberga calas y playas en las que puedes disfrutar de unas aguas cristalinas.
Alrededor de Portbou, encontrarás varios lugares de gran belleza. Algunas de las playas y calas de la zona son: Tres Platgetes, Cala del Pi, Les Freses, Cala de Claper y las dos playas que hay frente al paseo marítimo del pueblo la Platja Gran y la Platja Petita.
Llançà
Rodeada por el parque natural del Cabo de Creus se encuentra esta bonita localidad de pequeñas calas envueltas por peculiares rocas negras. No muy habitual en la comarca del Alt Empordà. La playa principal de la ciudad es la playa del puerto, ubicada junto a un bonito puerto náutico.
Port de la Selva
Pueblo tradicionalmente pesquero cuya estética es típica de la zona, donde todas las fachadas de los bajos edificios son blancas y cuidadas al detalle. Actualmente la pesca ha sido relevada por la llegada del turismo a la zona.
Cadaqués
La joya del Alt Empordà para muchos. Tal es su atractivo que ni las múltiples curvas de las carreteras de acceso a la localidad disuaden a sus visitantes. Es cierto que es encantadora, pero para mí no fue para tanto como me habían comentado antes de ir. Quizá mi expectativa era demasiado alta. Aun así, merece la pena conocer este coqueto pueblecito de casitas blancas tradicionalmente de pescadores, cuya esencia todavía se conserva intacta. Este lugar y sus paisajes cautivaron a Salvador Dalí, entre otros muchos artistas. De hecho, en la actualidad se puede visitar la casa donde vivió junto a Gala, la Casa Museo Salvador Dalí.
Roses
Esta localidad es una de mis preferidas de la zona, ya que posee gran cantidad de atractivos que se adaptan a todo tipo de turistas. Un extenso paseo marítimo repleto de palmeras en el que se observan unos atardeceres preciosos al ponerse el sol tras el mar. También posee una gran oferta de restauración, ocio y cultura, dado que entre su patrimonio destacan la ciudadela de Roses, una fortaleza medieval del siglo XVI y restos megalíticos.
Empuriabrava
Es la marina residencial más importante de Europa, con unos 24km de canales navegables. Estos canales están rodeados de casas a las que se puede acceder a pie o en barco. Es un lugar idílico en el que se puede disfrutar de multitud de actividades acuáticas, paseos en barco y un sinfín de actividades que amenizarán tu verano.
Muy cerca de este lugar tan especial se encuentran las «Ruines d’Empúries». Se trata de una antigua ciudad griega y romana fundada en el año 575 a.c. como enclave comercial en el Mediterráneo Occidental.
Sant Pere Pescador
Esta localidad no es de mis preferidas, ni mucho menos, pero su extensa playa y el consecuente viento hacen que se den las condiciones perfectas para practicar deportes acuáticos como el kitesurf o el windsurf entre otros.
L’Escala
Municipio conocido por sus anchoas, de hecho, hay un museo dedicado a las anchoas y a la sal. En este punto el Alt Empordà da paso al Baix Empordà.
Baix Empordà
L’Estartit
En esta localidad abunda el turismo de buceo siendo una importante fuente de ingresos durante casi todo el año. Esto es así dado que a, tan solo, un km de distancia se encuentran las Islas Medas. Archipiélago formado por 7 pequeñas islas y algunos islotes que poseen un fondo marino favorecido por su proximidad a la desembocadura del río Ter. Motivo por el cual está declarado como Parque Natural Nacional Protegido.
Torroella de Montgrí
A pesar de no ser un pueblo costero lo incluyo en esta lista por su cercanía a l’Estartit. Además, los amantes de las rutas de senderismo podrán disfrutar de una caminata de, aproximadamente, 1 hora hasta la cima del macizo del Montgrí. Una vez arriba, se puede visitar, gratuitamente, un castillo inacabado del siglo XIV y disfrutar de unas vistas inigualables. ¿Te animas a subir?
Pals
La villa de Pals cuenta con un pequeño centro histórico medieval donde destaca la conocida como Torre de las Horas, construida entre los siglos XI y XIII. Este lugar está repleto de empedradas calles, arcos de medio punto y fachadas con balcones de piedra. Su muralla consta de cuatro torres cuadradas del siglo IV y desde el mirador de Josep Pla, junto al castillo y a la iglesia de Sant Pere, podrás divisar los campos del Empordà y las islas Medas.
En cuanto a la playa de Pals, se encuentra un poco retirada del pueblo, tiene una longitud considerable y es muy abierta, por lo que el viento suele ser una constante. Dada su gran extensión se divide en dos sectores. Al norte, encontramos la Platja del Grau, tranquila, poco profunda, de arena fina y dorada. Y al sur, la Platja Gran, más profunda y de arena más granulada. De todos modos, ambos sectores disponen de restaurantes y bares con terraza, tiendas y todo lo necesario para pasar un típico día de playa. Junto a estas playas se encuentra una zona residencial donde suele haber gran oferta hotelera, de alojamiento vacacional y campings. Así mismo encontrarás un campo de golf, club de tenis, áreas de descanso donde se pueden hacer picnics y variedad de locales dedicados a la restauración.
Además de todo esto, entre la villa de Pals y las playas encontramos otro núcleo llamado Els Masos de Pals. Este está formado por un conjunto de masías de gran interés arquitectónico.
Begur
Aquí comienza el auténtico corazón de la Costa Brava. Este es uno de mis destinos preferidos ya que alberga las calas más bonitas que te puedas imaginar. Sus aguas tienen unos colores realmente asombrosos, pero comencemos por el pueblo y dejemos lo mejor para el final. Begur es un pueblo de pescadores cuyo patrimonio histórico se remonta a la prehistoria, pasando por la época ibérica. El castillo que corona esta localidad es la prueba de su importancia durante la época feudal. También se pueden ver 5 torres que se erigieron en defensa contra la piratería mora entre los siglos XVI y XVII.
Otro de sus atractivos es la Fira dels Indians, celebrada para conmemorar la estrecha relación entre Begur y Cuba cuyo origen radica en la emigración de muchos ciudadanos a la isla durante el siglo XIX. Aquellos que habían amasado grandes fortunas y retornaban al pueblo, construían ostentosas casas para recrear la vida en la isla. Estas construcciones, todavía hoy, siguen engalanando las calles de Begur. El primer fin de semana de septiembre Begur se transforma para revivir aquel periodo histórico, vistiendo ropa blanca, bailando al son de ritmos caribeños, degustando y comprando los productos autóctonos de la habana en los mercados artesanales que acogen las plazas y calles de Begur. ¿Te lo vas a perder?
Ahora hablemos de las playas. En verano esta localidad multiplica sus habitantes por 10 así que uno de los problemas que sufre es la masificación de sus preciosas playas.
Illa Roja: Esta playa debe su nombre al color rojizo de sus escarpados acantilados y a la gran roca que domina esta bellísima cala. Es bastante habitual encontrar nudistas ya que esta práctica está permitida, pero, aunque no lo practiques, no te la puedes perder.
Sa Riera: Es la cala de arena dorada más grande de Begur. Está conectada con la anterior a través de un camino de ronda, que merece mucho la pena recorrer. Su particularidad es que tiene dos calas vecinas, a su derecha Port des Pi y a su izquierda, Cala del Rey. Quizá esta sea la mejor opción si el resto están llenas hasta la bandera, ya que al ser más grande cuesta más que se llene. También es la más accesible, desde el pueblo, para llegar a pie.
Aiguafreda: Pequeña cala rocosa resguardada por el Puig Rodó que dispone de un pequeño muelle para las embarcaciones. Está protegida por la punta Des Plom y el Cabo Sa Sal. Destaca por su calma y sus aguas puras y cristalinas.
Sa Tuna: Es la autenticidad y belleza en estado puro, ya que conserva, a pie de playa, las típicas casitas de pescadores. Se trata de una playa rocosa en la que los escarpines o cangrejeras serán tus mejores aliados. A su derecha encontrarás una pequeña caleta llamada S’Eixugador la cual es un paraje salvaje de cristalinas y calmadas aguas. Dado el complicado acceso y lo resguardada que se encuentra Sa Tuna es un gran descubrimiento para todo visitante.
Platja Fonda: Cala de arena gruesa y oscura de difícil acceso, ya que hay bajar una larga escalinata. Por esa misma razón sigue preservando su virginidad y tranquilidad.
Fornells: Lugar de veraneo por excelencia dadas sus favorables condiciones. Destacan tanto el puerto deportivo como la casa que Bonaventura Sabater, conocido como Xiquet, hizo construir sobre el puerto de Ses Orats. Esta casa recibió el nombre de “El paraíso” y fue el lugar donde se bautizó a este litoral con el nombre de “Costa Brava” hace 100 años.
En esta zona podemos encontrar las calas n’Estasia, Port de ses Orats, d’en Malaret y port d’Esclanyà, todas ellas unidas a través del camino de ronda. La primera y la última son calas de piedras mientras que las otras dos son de arena fina.
Antes de la cala n’Estasia se encuentra una piscina natural que a mí me impresionó bastante la primera vez que la vi. Hace un tiempo era de uso público, pero ahora pertenece a un pequeño hotelito que hay junto a ella. Por esta razón no te puedes bañar en verano, hay un vigilante. Aun así, bien merece la pena asomarse para deleitarse con tal maravilla de la naturaleza.
Por lo que he leído en algunos comentarios de tripadvisor la piscina natural está vacía en la actualidad, pero no he podido comprobarlo. Cuando pueda ir actualizaré la información de primera mano.
Aiguablava: Mi preferida de Begur y una de las más populares de Cataluña. He ahí la razón por la cual se hace tan difícil encontrar un sitio durante los meses de julio y agosto. Aiguablava es ideal para aquellos que no nos gustan las rocas, ya que tiene una arena fina y dorada que ayuda a que el color del mar adquiera unas tonalidades turquesas preciosas. Todo ello junto con su maravilloso entorno repleto de verdes pinos hacen de éste un lugar único.
Palafrugell
El pueblo en sí no tiene mayor interés. Es un pueblo muy normalito en el que su mayor especialidad es que las tiendas abren los domingos y los lunes cierra todo. Ahora bien, sus playas, ubicadas en las afueras son una auténtica joya.
Tamariu: Es el núcleo más pequeño y salvaje de la costa, pero de igual belleza. Situado entre rocas y vegetación, está formado por una playa principal de arena gruesa, las calas Els Liris, Aiguadolça, Aigua Xelida y cala Pedrosa. El primer sábado de septiembre se celebra la cantada de habaneras en la playa grande de Tamariu. Una tradición muy arraigada en la Costa Brava.
Llafranch: Mi favorita de Palafrugell. La bahía de Llafranc, su paseo, el puerto y el cabo de San Sebastián hacen de este pequeño núcleo uno de los más prestigiosos de la costa. Su playa es de arena fina y junto a ella discurre el paseo marítimo que conduce hasta el puerto náutico. Desde ahí podemos subir el cabo de San Sebastián para llegar al Faro desde donde se obtienen las mejores vistas del litoral. Además, encontraremos la torre del vigía, la ermita y el poblado ibérico restaurado, junto con el comienzo del camino de ronda que conecta la playa de Llafranch con la de Tamariu. El primer sábado de agosto tiene lugar la cantada de habaneras.
Calella de Palafrugell: Este es el lugar predilecto de los barceloneses. Se trata de un pueblo de pescadores que todavía hoy sigue conservando toda su esencia. Las barcas, sus casitas blancas a pie de playa con puertas y ventanas de colores la convierten en un pintoresco lugar. Cada año, durante el mes de julio, se celebra el tradicional festival de habaneras.
Cap Roig: No se trata de una playa, pero es un lugar que hay que destacar por el enclave en el que está situado y las actividades que ofrece. En primer lugar, destacar los jardines de Cap Roig, un jardín botánico único en el Mediterráneo dada su singularidad. Dentro de este recinto se lleva a cabo el festival de Cap Roig durante toda la temporada estival. Este consiste en una serie de conciertos de grandes artistas al aire libre. Además, desde los jardines se obtienen unas maravillosas vistas de todo el litoral. Desde Llafranch hasta aquí se puede llegar a pie a través del camino de ronda.
Palamós
Es el pueblo donde nací y donde he vivido 12 años por lo que le tengo especial cariño. Es un tradicional pueblo pesquero que tiene el tercer puerto comercial más importante de Cataluña, después de Barcelona y Tarragona. A él llegan cruceros de todas partes desde semana santa hasta octubre. Su producto estrella son las gambas de Palamós, consideradas las mejores de la zona. Lo más destacable es su iglesia, la cual dibuja su inconfundible skyline. Además de su gran oferta en restauración, el mercado de abastos, la lonja, el museo de la pesca y su calle mayor donde se concentra gran parte de la actividad comercial.
En junio se celebran las fiestas del pueblo, concretamente en San Juan. Es en esas fechas cuando el aparcamiento del paseo marítimo se llena de atracciones, tómbolas y puestos de comida durante una semana.
Ahora bien, el plato fuerte son sus playas y calas, hay muchas, pero yo solo voy a nombrar las más significativas.
Platja Gran: Es la playa más grande y la principal, de arena gruesa y dorada. Junto a ella discurre el paseo marítimo enlazando ésta con las playas de Sant Antoni de Calonge y Torre Valentina.
Cala Margarida: En dirección a la Fosca, encontramos esta cala de piedras, con casitas de pescadores al pie de la playa.
La Fosca: Esta es una playa realmente preciosa por el enclave en el que se encuentra situada, de arena fina y poca profundidad. En ella encontrarás chiringuitos, restaurantes y actividades acuáticas como kayak o patines. Aquí comienza el camino de ronda mediante el cual se comunican todas las playas y calas de Palamós, a las cuales se puede acceder a pie perfectamente. Merece la pena recorrerlo para divisar los maravillosos paisajes de la zona.
En Semana Santa de 2021 se inauguró un nuevo tramo del camino de ronda, que comienza en el Port Marina de Palamós y también se han llevado a cabo mejoras en el ya existente.
Cala S’Alguer: Esta calita tiene un encanto muy especial, ubicada en un entorno completamente natural, conserva toda la esencia de la época en que los pescadores la utilizaban para guardar sus embarcaciones junto a sus barracas blancas con puertas y ventanas de colores. En 1972 fue declarada cala de interés paisajístico.
Platja d’Es Castell: se trata de una playa virgen, de arena fina y rodeada de pinares en la que no encontrarás restaurantes ni nada por el estilo. Dado el entorno natural en el que se encuentra es ideal para hacer kayak o snorkel y adentrarse en la «roca foradada» para descubrir las maravillas que esconde el litoral.
Cala Estreta: Tras un rato de caminata llegarás a esta cala de belleza particular. Se trata de una cala arenosa, de poca profundidad cuyo fondo marino es mixto, es decir, tiene tanto arena como roca. También se encuentra en un entorno completamente natural y virgen y está permitido el nudismo.
Sant Antoni de calonge
Municipio dividido en dos partes, Sant Antoni de Calonge y Calonge. El primero es el que enlaza con el paseo marítimo de Palamós. Este paseo es uno de los puntos más transitados en verano por todos los turistas. Junto a él discurren diferentes playas con espigones hasta llegar a Torre Valentina. Pasada esta playa encontramos las calas pertenecientes a la zona de Calonge, enlazadas todas a través del camino de ronda que nos llevará hasta Platja d’aro.
Roques Planes: Se trata de una cala formada por un conjunto de rocas aplanadas y redondeadas por el continuo oleaje. Lugar ideal para los nudistas dado que se encuentra más resguardada que el resto porque solo se puede acceder a través del camino de ronda.
Ses Torretes: conocida también como Cala Gogó por estar situada junto al camping con el mismo nombre. Se trata de una cala de arena fina y dorada de poca profundidad.
Cala Cap Roig: Pequeña y apacible playa de arena y rocas, rodeada de pinos y dividida en 2 calas por el islote de Cap Roig.
Cala Belladona: A mi parecer una de las más bonitas que encontrarás por la zona. Es una cala de arena gruesa y alguna que otra roca, rodeada por escarpados acantilados que la protegen del viento, por lo que es un lugar ideal para disfrutar del sol y el mar.
Platja d’aro
Este municipio es el principal centro de ocio, comercio y actividades del Baix Empordà. Dispone de más de una treintena de hoteles, otros tantos campings y multitud de cadenas de conocidas marcas a nivel internacional llenan los enormes y modernos locales de su calle principal. Además, es el epicentro del ocio nocturno de toda la zona. En definitiva, es el paraíso de las compras y el ocio ya que también dispone de salas de multicines, bolera, una grandísima oferta de restauración y sus tiendas solo cierran el 1 de enero. Platja d’aro está considerado como principal destino turístico. Tanto es así que durante la temporada de verano su población se multiplica por 10 llegando a alcanzar las 90.000 personas.
Cala del Pi: Su nombre se debe a que, aunque cuenta con multitud de pinos, dos de ellos son muy antiguos. También hay un hotel que ha adoptado el nombre de esta cala. Es ideal para practicar submarinismo. Si atraviesas los túneles de piedra que hay en uno de sus laterales, obtendrás unas magníficas vistas al mar y accederás a la siguiente cala, cala Sa Cova.
Cala Sa Cova: Ubicada bajo un acantilado rodeado de vegetación entre la que destacan los pinos. Se trata de una cala arenosa y virgen que servía para dejar las embarcaciones de los pescadores de l’Escala que iban a comercializar a Sant Feliu de Guíxols.
Cala Rovira: Playa con gran desnivel al adentrarse en el agua. Desde aquí comienza el camino de ronda que conecta todas las calas de Platja d’aro y Calonge.
Platja Gran: se trata de la playa principal de la localidad, de fácil acceso desde cualquier punto de la misma ya que junto a ella discurre el paseo marítimo, repleto de restaurantes y bares. Es una playa abierta de arena gruesa y dorada que, a mí en particular, no es que me encante, sobre todo porque por la tarde el sol se pone tras los altos edificios lo que provoca que la playa quede sombría. Cierto es que, en la zona del puerto náutico, conocida como Port d’aro, esto no ocurre y la arena es más fina.
S’agaró
Es una entidad de población perteneciente al municipio de Castillo de aro. Se trata de una zona residencial de lujo con una carretera principal que une Playa de aro con Sant Feliu de Guíxols. El camino de ronda de S’agaró comienza en el prestigioso hotel la Gavina y concluye en la Conca. Este camino de ronda es el más bonito y mejor conservado que encontrarás a lo largo de todo el litoral de la costa brava ya que fue reacondicionado en estilo novecentista allá por el año 1916. Durante el recorrido verás tanto una sucesión de pequeñas calas rocosas como multitud de mansiones y monumentos que adornan este paseo, entre los que destacan los situados en la plaza del mirador de S’agaro.
Platja Sa Conca: Una playa con forma de media luna y con gran desnivel al adentrarse en el agua. Se encuentra situada en una urbanización privada a la que los coches no pueden acceder. Sin embargo, caminando sí que se puede entrar en la playa y disfrutar de ella.
Platja del Racó: En esta playa destacan la Taverna del Mar, prestigioso restaurante especializado en marisco y las coloridas casetas o cabinas de baño, llamadas baños de S’agaró. El alquiler de las mismas está disponible de junio a septiembre y hacen de esta playa un lugar muy pintoresco.
Sant Feliu de Guíxols
Municipio conocido por la celebración del Festival Internacional de la Porta Ferrada, que consiste en la realización de diversos conciertos durante el verano. Su notoriedad se debe en gran parte a la contribución de Carmen Cervera, quien tiene un chalé en esta localidad y además ha impulsado la creación de un museo en el monasterio. Las playas más destacables son:
Sant Pol: Se encuentra junto a la platja del racó de S’agaró, es una de las playas que más me gustan de toda la costa brava, por la belleza de su entorno, rodeado de naturaleza y con una gran oferta de restauración, por su arena fina y dorada, su poca profundidad y la cristalinidad de sus aguas que hacen de ella la playa perfecta para disfrutar de un maravilloso día de verano. El único inconveniente es que no soy la única que piensa así, por lo que la masificación es una constante durante los meses de julio y agosto.
Platja de Sant Feliu: Es la playa principal de este municipio, situada junto al centro urbano. La bahía está protegida por la punta de Garbí en un extremo, con la Ermita de Sant Elm en la cumbre, y el Puerto deportivo, comercial y pesquero, disfrutando así de unas aguas calmas y protegidas además de poco profundas. Se caracteriza por tener arena gruesa y dorada y junto a ella discurre el Passeig del mar, paseo marítimo que une la playa con el puerto.
Tossa de mar
Este es uno de los municipios más bonitos que encontrarás en la costa brava ya que no es un destino de playa sin más, sino que el valor y la belleza de su patrimonio histórico la convierten en un lugar único. Tossa es un museo al aire libre ya que en ella podemos encontrar desde vestigios prehistóricos hasta romanos y medievales, como la muralla que rodea todo el recinto de la Vila Vella, siendo ésta la única población medieval fortificada que todavía existe en el litoral catalán.
En el punto más alto del recinto hoy se encuentra el faro y una terraza donde poder disfrutar de las mejores vistas mientras se descansa tomando algo después de la subida. Pero en la edad media en este lugar se situaba el castillo, del cual no queda ningún resto. A partir del siglo XVI la población se empezó a expandir más allá de la muralla, donde en la actualidad encontrarás multitud de tiendas dedicadas al turismo, ya que este municipio se ha convertido en el destino por excelencia de muchos visitantes, por sus playas, por su patrimonio histórico y por su gran oferta de ocio.
La única pega que podría ponerle a Tossa es que conserva un aspecto muy ochentero, creo que debería modernizarse un poco sin llegar a perder su esencia, aunque puede ser que esto también forme parte de su encanto.
Platja Mar Menuda: está considerada como la segunda playa del municipio, ya que se encuentra a pocos minutos del centro urbano, concretamente al final del paseo marítimo, por lo que es de fácil acceso a pie. En su extremo norte tiene una pequeña cala, conocida como “la bañera de las mujeres”, en la que el agua es poco profunda y calmada, por lo que es un lugar ideal para que se bañen los más pequeños.
Platja del Reig: Situada entre la anterior y posterior playa de esta lista, tiene la particularidad de que según el temporal tiene arena o no.
Platja Gran: Es la playa principal de Tossa y se encuentra a los pies del recinto amurallado de la Vila Vella. Esta es una de las panorámicas más fotografiadas de Tossa y la playa que más se llena en verano. Encontrar un sitio para la toalla es una auténtica misión imposible.
Cala d’es Codolar: En último lugar, pero no por ello menos importante, se encuentra esta maravillosa calita, todo un descubrimiento para mí y supongo que para muchos de sus visitantes. Si llegas al final de la Vila Vella te toparás con otra muralla a la que puedes subir para contemplar las vistas o la puedes atravesar por una pequeña puerta, por la que deberás agacharte y de pronto aparecerá ante tus ojos este regalo de la naturaleza. Se trata de una antigua playa de pescadores, muy recogida, de arena dorada y piedras en un entorno de ensueño. ¡No te la puedes perder!
Lloret de mar
Este municipio se caracteriza por tener turismo prácticamente todo el año, en su mayoría jóvenes de todas las nacionalidades. Esto es así porque Lloret tiene una gran oferta de ocio nocturno, comercio y restauración, llegando a abrir todos los días del año. Por no hablar de la cantidad de hoteles, apartamentos turísticos, campings y pensiones de los que dispone.
Si bien es cierto, que esto ocurre sobre todo en el centro de esta localidad. Sin embargo, hay otras zonas en las que se puede disfrutar de un ambiente relajado y más familiar. Dentro de la misma localidad encontrarás el parque acuático Water World por si te apetece disfrutar en familia refrescándote un poco.
Platja de Canyelles: Esta es la playa más alejada del núcleo urbano de Lloret, pero en ella se encuentra el único puerto deportivo de la localidad. Está rodeada por acantilados llenos de vegetación y su arena es gruesa y dorada como es habitual en la costa brava.
Platja de Lloret: Es la playa principal y la más extensa de Lloret, junto a ella discurre el paseo marítimo por lo que es de fácil acceso. En ella encontrarás arena gruesa y dorada, gran variedad de chiringuitos, actividades deportivas y todo tipo de servicios, incluido parking. En el extremo norte se encuentra el castell d’en plaja.
Platja de Fenals: Separada del núcleo urbano y de la platja de Lloret por un macizo que la protege de los vientos, está considerada la segunda playa de Lloret. En sus alrededores encontrarás multitud de hoteles y apartamentos.
Cala Boadella: Ubicada en un paraje completamente virgen, en esta playa se respira paz y tranquilidad. Su particularidad es la combinación del encanto y la cristalinidad del agua de las pequeñas calas de la costa brava con el espacio de las playas más amplias.
Platja Santa Cristina: Situada entre dos grandes montículos que la resguardan de vientos y oleaje, esta playa disfruta de una mar en constante calma.
Blanes
Aquí finaliza la Costa Brava, pero es un lugar con mucho que ofrecer ya que su paisaje agrupa montañas, playas y calas, convirtiéndolo en uno de los destinos más visitados de la Costa Brava.
Además, a finales del mes de julio se celebra la fiesta mayor de Blanes donde tiene lugar el concurso internacional de fuegos artificiales conocido como “Los fuegos de Blanes” el cual cuenta con un gran prestigio entre las pirotecnias de todo el mundo, llegando a ser calificado de gran espectáculo pirotécnico. Cada día de la semana los fuegos están a cargo de una pirotecnia diferente y una vez transcurrida toda la semana se procede a la votación para elegir el mejor. Los fuegos son lanzados desde Sa Palomera, la roca ubicada en el mar, considerada el punto donde comienza la Costa Brava.
Como lugares de interés quiero destacar el Jardín botánico Marimurtra, considerado como el mejor jardín botánico mediterráneo de Europa, ya que sus 16 hectáreas se ubican junto al litoral desde donde se pueden obtener unas maravillosas vistas al mar. Y el Castillo de Sant Joan, uno de los elementos paisajísticos más emblemáticos de Blanes, junto con la roca Sa Palomera. Está situado en la cima de la colina de Sant Joan, desde donde tendrás la mejor panorámica de la playa de Blanes.
Cala Treumal: Es la playa más pequeña de Blanes y está separada de la playa de Santa Cristina de Lloret de Mar por la Punta des Canó. Se encuentra rodeada por el Paraje Natural de Interés Nacional de Pinya de Rosa y el parking más cercano es el de la playa de Santa Cristina.
Cala Bona o Cala de Sant Francesc: Está rodeada de pinos por lo que los más calurosos pueden tumbarse bajo la sombra de estos. Aunque también hay espacios con sol para los que deseen tostarse. Es ideal para pasar un día en familia ya que dispone de todo tipo de servicios entre los que se incluye un chiringuito y parking que durante los meses de verano es de pago. Está ubicada a unos 2km del centro urbano de Blanes y podrás acceder a ella a través del jardín botánico o por San Joan.
Platja Santa Anna: Se trata de una pequeña calita de piedras, de no más de 75 metros de longitud, situada antes de llegar al puerto náutico. En ella se respira un ambiente muy tranquilo.
Platja de Blanes: Es la playa principal de la localidad y es ideal para disfrutar en familia ya que está certificada como Destino de Turismo Familiar. Situada entre el puerto y la roca Sa Palomera, se trata de una playa de arena fina y dorada de unos 600 metros de longitud y 30 metros de ancho. Junto a ella discurre el paseo marítimo por lo que es de muy fácil acceso.
Platja de S’Abanell: La playa más extensa de Blanes, que a pesar de no pertenecer a la costa brava la incluyo por su cercanía. Es una playa de 2,3 km de longitud de arena fina y dorada, cuyo acceso es muy cómodo dado que dispone de parking junto al paseo marítimo.
Como ves la costa brava tiene infinidad de playas, calas y poblaciones dignas de una visita. Yo solo he dado algunos ejemplos de los lugares más emblemáticos, pero hay muchísimos más.
También me gustaría señalar algunos lugares de interior que poseen gran interés cultural y que puedes aprovechar para visitar durante tu estancia en la costa.
En cuanto a pueblos de interior hay muchos, pero aquí quiero destacar dos:
Besalú: ubicado en la comarca de la Garrotxa, se trata de un pueblo medieval cuyo centro histórico ha sido declarado como “Conjunto Histórico-Artístico Nacional” por su gran valor arquitectónico.
Peralada: ubicado muy cerca de Castelló d’Empuries y Figueres, se encuentra este pueblo que alberga uno de los castillos más bonitos que he visto, restaurado a finales del siglo XIX al estilo francés, donde cada verano se celebra el Festival Internacional de Música, conocido como “Festival de Peralada”. Además, el castillo alberga el casino de Peralada y está rodeado de un precioso parque en el que podrás ver varios cisnes.
Por su parte, las ciudades más importantes de la zona son:
Girona: Todo su casco antiguo es un museo al aire libre, desde el río con sus casas colgantes hasta la catedral, pasando por la judería uno de los núcleos medievales mejor conservados de Europa.
Figueres: Uno de sus mayores atractivos es el Teatro-Museo Dalí.
Tampoco quiero olvidarme de mencionar que en la provincia de Girona los montañeros también tienen su particular paraíso en los Pirineos, ubicados a escasos km de la costa con cumbres que llegan a alcanzar los 2000 metros de altitud.
En el camino de la costa a la montaña se puede disfrutar de lugares de incalculable valor como el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. De todos modos, más adelante dedicaré un post para cada uno de estos destinos detallando todo lo que se puede visitar en ellos.
Hasta aquí llega la entrada de hoy en la que he intentado mostrarte la belleza que posee la Costa Brava junto con la provincia y contagiarte mi amor por ella. Ahora espero que te animes a visitarla y ¡recuerda! si te ha gustado déjame tu like y comparte con quien consideres oportuno. Además si quieres dejar tus impresiones y/o experiencias en comentarios estaré encantada de leerlos.
¡Hasta el próximo destino!